Cuando vimos por primera vez este terreno, no era más que una hermosa huerta. Las hojas que caían, habían cubierto el suelo con una hermosa alfombra con vivos y deliciosos colores de otoño. Fue un gran placer para la vista. Las manzanas caídas estaban en todas partes, jugosas, deliciosas…
Hoy en día, el local de 3200 metros cuadrados tiene dos entradas, la puerta superior en el patio trasero del edificio del hotel y la puerta inferior en el extremo del jardín. Los visitantes que planean quedarse más tiempo en el hotel pueden ingresar por la puerta superior utilizando el espacioso estacionamiento al aire libre. La puerta inferior sale a la calle principal con otro estacionamiento.
A través de manzanos y cerezos que filtran el calor del sol de verano, un camino rústico conduce desde la puerta inferior a la parte más elevada, sobre la que se alza el edificio del hotel. Tiene tres plantas y un sótano con una bonita bodega. Las diez habitaciones están distribuidas en tres pisos. El hotel tiene una bonita terraza utilizada para desayunos, catering y fiestas de verano. En frente de la terraza esta la piscina al aire libre con camas de playa y grandes sombrillas.
En todo el recinto, el arquitecto ha capturado mágicamente la esencia de un antiguo asentamiento armenio. Desde el momento en que entras a la huerta a través de la puerta inferior, te sientes transportado a un pequeño pueblo armenio: el aroma de las manzanas maduras, las paredes de piedra rústica, puertas grandes de madera. En todas las partes se puede ver artículos de casa que recuerdan el estilo de vida antigua en estos lugares: tinajas gigantes de barro para vino, una gran mantequera, ruedas viejas de carro, un carro de madera para heno, glorietas y pabellones cubiertos con hierros antiguos, tamices, bólters, jarras, y muchos otros artículos, incluyendo un viejo samovar que todavía funciona. Más arriba se encuentra una gran chimenea de piedra para barbacoa, ensamblada de acuerdo con las mejores tradiciones locales. Justo al lado de la barbacoa se encuentran la cocina de verano, el horno de lavash «tonir» y otro fogón tradicional para barbacoa de cordero entero.
En esta casa, Armenia te cuenta su historia antigua e incluso si no hablas armenio, de alguna manera lo entiendes.